Construcciones de madera disminuirían riesgos ante sismos en BC: CIGA
Los ocurridos a inicios de julio son recordatorios que obligan a tomar medidas
Tijuana, La certidumbre de un sismo en Baja California debe convocarnos cada día a la prevención, a dejar de despreciar la madera como material en la construcción de vivienda y a proteger al estado ante posibles afectaciones catastróficas en instalaciones estratégicas, como el acueducto en La Rumorosa.
Así lo recalcó el ingeniero José Carmelo Zavala Álvarez, director del Centro de Innovación y Gestión Ambiental (CIGA), afirmando que los sismos ocurridos a inicios de julio en California deben ser recordatorios del de Mexicali en 2010 y de otros con gran impacto en la Ciudad de México, recordatorios de las medidas preventivas que desde hace tiempo son urgentes.
“Aquí un día va a temblar, así es la geología de esta región, pero no actuamos en consecuencia; ¿Por qué California construye con madera casi todas sus casas y en Baja California una casa de madera es despreciada? Ni códigos de construcción ni valor de propiedades consideran el impacto de un sismo en los materiales de construcción”, comentó.
Seguro la madera asimila o amortigua mejor el movimiento, añadió el también vicepresidente de Gestión Ambiental en la Cámara Nacional de Comercio de Tijuana, pero si la vivienda ya es un tema preocupante, qué decir de las instalaciones en las que puede haber un impacto catastrófico, como la infraestructura para el bombeo de agua de Mexicali a Tijuana.
“Si se fractura el acueducto en La Rumorosa, el agua de La Presa en El Carrizo puede durar tres meses y la reparación un tiempo mucho mayor; esto lo sabemos desde hace años y años, ¿por qué entonces no empezar a almacenar agua en La Presa Abelardo L. Rodríguez, que puede durar un año?”, cuestionó el experto en gestión estratégica del desarrollo.
La urgencia mata lo prioritario, agregó el director del CIGA, y así nos vamos pateando el bote para enfrente a ver a quién le toca, pero si el colectivo no cumple la expectativa, hagamos lo que nos toca en el ámbito individual, en nuestra área de competencia, gobierno y sociedad civil, mostrando una responsabilidad social compartida.
José Carmelo Zavala explicó que, como parte de sus responsabilidades, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) busca minimizar riesgos al capacitar acerca del impacto de un sismo y las emergencias químicas que podría provocar, por ello se realizaron un taller y un simulacro, con apoyo de empresas asentadas en Tijuana y de la Canaco local.
“Con apoyo de Canaco, la empresa Biosea, a cargo de la ingeniera química Jessica Castañeda, y Schlage de México, representada por la ingeniera bioquímica Milene Cervantes, hubo un simulacro en la planta de Schlage y un taller en Canaco, sumando esto a las más de mil actividades lidereadas por Profepa y Protección Civil en todo el país”, dijo.
Aclaró que existen fenómenos naturales, pero la máxima es que “los desastres naturales no existen”, sino que son provocados, causados por una construcción inadecuada o por ubicarla en lugares de alto riesgo, por lo que se requiere combatir la negligencia y asegurar prácticas más responsables en la industria de la construcción.
“Lo triste es que en la mayoría de los casos no es ignorancia, sino que predomina la negligencia, queremos creer que una negligencia sin motivación económica, porque de lo contrario sería criminal”, finalizó José Carmelo Zavala, quien cursó en el Colegio de México el Programa LEAD, para líderes comprometidos con el desarrollo sustentable.
En entrevista reciente sobre los sismos en la región, Alberto Castro Sempere, subdirector de Protección Civil de Tijuana, recordó que si bien hay charlatanes que dicen pronosticar sismos, en el mundo no existe ningún sistema predictivo, lo que sí hay son sistemas de alertamiento, como uno que se está desarrollando en el sur del vecino estado de California.
“El sistema de alertamiento nos dice ya tembló y tardan equis tiempo en llegar esas ondas sísmicas a tu región, el caso específico de la Ciudad de México; en el sur de California se está comenzando un prototipo de sistema, todavía no es público, pero se está trabajando en ello, es costosísimo el de aquí de California, pero se tiene que perfeccionar”, dijo.
Hay que siempre estar preparados, enfatizó, es la mejor inversión, más allá de un sistema de alertamiento o un sistema predictivo, estando bien en casa y sabiendo cómo comunicarnos con nuestros familiares después del sismo, ésa es la mejor manera de afrontarlo y tener desde luego su mochila para emergencias de este tipo.
“La reacción ante un sismo y un incendio es distinta, en un incendio inmediatamente evacuamos; en un sismo es protegernos en sitio, ya que pasó el sismo, ya que pasaron las ondas sísmicas, porque a veces puede temblar varias veces, salimos con la tranquilidad que podamos, hay que esperar a que el movimiento cese y después evacuar”, explicó.
Si estoy en la puerta, añadió Alberto Castro Sempere, en el marco de la casa, pues doy el paso y me salgo, pero si tengo que bajar escaleras de un segundo, tercer o cuarto piso, es mejor protegernos en sitio, protegernos de cristales, ventanas, lámparas, abanicos, de lo que nos pueda caer en la cabeza.
Respecto de los sismos ocurridos a inicios de julio, el funcionario municipal, recordó que fueron dos particulares, el de 6.4 grados y el posterior, que fue el día siguiente, de 7.1, los dos en la misma falla, que es una falla secundaria a la falla de San Andrés, según señalaron los expertos, pero alrededor de estas fallas hubo muchas réplicas pequeñas y grandes.
“Es importante saber que vivimos en una zona sísmica y mientras se esté liberando esta energía sísmica, es preferente que se libere así y que no se acumule, que no se esté de alguna manera guardando, almacenando para liberarse de un solo golpe, es preferible que se vaya liberando con muchos pequeños sismos a que se nos junte con uno solo”, finalizó.